Carta abierta a una mamá...
Estoy pasando por un momento difícil como mamá, y aún siendo profesional en el desarrollo infantil y teniendo una carrera como psicóloga clínica se me ha hecho difícil este periodo. Te quiero explicar aquí abajo un poco más.
Mi hija mayor no tuvo el mejor de los comienzos en su primera experiencia académica formal en Pre Kinder. Fue parte del grupo que, por los terremotos y la pandemia, le tocó virtual. Cuando comenzó presencial estaba en Kínder y empezaron con el currículo normal… te explico… el currículo normal de Kínder (aparentemente) es empezar en agosto con la familia del número 30 en adelante y teniendo dominio de fonemas iniciales. En resumidas cuentas, mi hija nunca tuvo una experiencia formal donde empezaran el 0 es 0, el 1 es 1…no se si me explico. Así que desde el primer mes de Kínder comenzaron los retos en el ambiente escolar. Además, acababa de convertirse en hermana mayor y estaba mostrando unas conductas de regresión.
Cuando comienzo a identificar el poco dominio de las destrezas de Kínder decidimos moverla a un centro de homeschooling para que comenzara su primer grado enfocado en destrezas y no en materias. Es decir, su primer semestre de primero estuvo cogiendo material de pre kínder y kínder hasta que lo dominó, y luego continuó con el material de primer grado.
Te cuento todo esto porque cada vez que hablo con otra mamá y le cuento mi historia con mi hija mayor puedo ver la frustración de sentirse limitadas, sin apoyo, sin saber qué hacer ni a donde ir. Entonces, te preguntarás qué es lo que sucede que me ha mantenido desconectada y pasando por momentos retantes como mamá…
Desde aproximadamente enero de este año comenzó a tener episodios de coraje en la escuela desproporcionados al punto que en ocasiones me llamaban para que la fuera a buscar. Todos estos meses yo achacaba esos episodios a cambios familiares en nuestra rutina, a que es una niña que aún su cerebro tiene dificultad para auto regularse, y otros factores. Hasta que comenzó segundo grado…
Los episodios de coraje aparentaban haber aumentado en la escuela y los estaba comenzando a mostrar en la casa también. Además, su resistencia para escribir y leer era desproporcionada, y hacer las tareas escolares era un campo de batalla horrible. Durante el primer mes de este año escolar absolutamente todo era casi una tortura, y estábamos en un ciclo de reactividad emocional, desregulación e hipervigilancia. Nos sentíamos que estábamos “walking on eggshells” alrededor de ella para evitar que explotara. Hasta que dije no más y me cuestioné qué estaba pasando que yo no lo estaba viendo, y por tanto, no podíamos manejarlo.
Me puse mis lentes de psicóloga clínica en mi casa y comencé a identificar los disparadores para los episodios de coraje, identificar la cantidad de horas que dormía, el ajoro de la mañana, evalué la cantidad de actividad física en su semana, la cantidad de tiempo en pantallas, y la falta de consecuencias/soluciones.
Así que nos tocó hacer una reestructuración completa a nuestra rutina y aquí te voy a enumerar todo lo que he estado haciendo en este último mes para fomentar la auto regulación emocional en ella:
- Cambiamos nuestra rutina mañanera que estaba llena de ajoro. Ahora ella y papá tienen una rutina que le permite levantarse más tarde y no tener que acompañarme a llevar a sus otros hermanos a las escuelas. (Este cambio ha sido clave en el progreso)
- Mientras cenábamos tuvimos una “reunión familiar” donde se les explicó a ella y su hermano de tres años que había dos reglas nuevas en la casa (realmente ya existían, pero quisimos hacerlo más formal, no sé si me explico). Estas reglas son: no están permitidos los actos agresivos (dar, tirar, patear) hacia adultos o menores, y los gritos tampoco están permitidos. Les explicamos en palabras sencillas que si una de estas reglas se rompía era motivo para un “tiempo fuera”. Este punto puede traer mucha controversia, pero esto es lo que me ha funcionado basado en una extensa revisión de literatura que hice cuando identifiqué los problemas a trabajar. Este tiempo fuera es de 3 minutos y en esos minutos el menor que rompió la regla está sentado en su cama con un adulto co-regulándose. Es decir, este tiempo fuera es de aprendizaje y no de humillación, y cuando se trabaja el tiempo fuera de manera positiva y no punitiva se logran cambios.
- Me moví a buscar una evaluación psicoeducativa completa que incluyera el aspecto académico, cognitivo y psicológico.
- Para trabajar el retraso en la lectoescritura comenzamos en terapia educativa una vez a la semana.
- Para apoyar su auto regulación emocional comenzó en terapia de juego con una profesional.
- Encontré información que recomendaba el uso de medicina naturopática para el manejo de la inatención que a su vez impide la auto regulación. De aquí el doctor recomendó unos suplementos para la inatención y la tensión muscular.
- Nos encontramos terminando la construcción de un cuarto sensorial en nuestra casa que ayude su auto regulación, su sistema vestibular y más.
- Establecimos unas fichas de responsabilidades que se deben cumplir para poder ganar el tiempo de televisión.
- Comenzó deporte dos veces en semana y una vez a la semana está en clases informales de baile.
- Intencionalmente papá tiene su “tiempo especial” con ella donde hacen una actividad únicamente ellos, al igual que con mamá.
- Ser consistente en la rutina de la noche con tiempo en familia de lectura para fortalecer vínculos.
Hasta el momento, puedo decir que hemos visto progreso. Al menos estoy segura diciendo que los episodios de coraje los podemos prevenir mejor porque somos capaces ahora de poder identificar lo que principalmente los provocan.
Escribí estas dos páginas para decirte lo siguiente… teniendo todos los recursos y conocimiento que tengo ha sido muy difícil manejar intencionalmente las conductas, regularme a mi misma, ser co-reguladora de papá, y otras. Imagínate quienes no tienen este conocimiento. No me puedo imaginar el loop/ciclo en el que puedan estar viviendo sintiéndose que no hay alternativas excepto gritar y castigar (lo que crea un ciclo de lastimar el auto concepto que a su vez impacta el desempeño académico y se crea una secuela de eventos y conductas problemáticas que parecen no tener fin).
El mom guilt que he tenido ha sido horrible. Me he cuestionado el porqué no pude ver los problemas antes, porqué no identifiqué que era un patrón persistente, porqué lo achacaba a conductas normales de ser niños pequeños, porqué esperé tanto para buscar ayuda, porqué creía que podía manejarlo sola, porqué pensaba que eran situaciones de la etapa y que pronto acabarían... muchas preguntas sin respuestas tenía... en algún momento me sentí totalmente desesperanzada como mamá porque tenía un sentimiento gigante de que pude haber evitado toda esta explosión de problemas antes.
Pero ya he comenzado a ser compasiva conmigo misma entendiendo que tomé acción al 100% y que la consistencia diaria en casa mezclada con la ayuda de profesionales está brindando resultados por el momento.
¿Te identificas con algo de este escrito? Déjame saber, quisiera leerte.
Si, me identifico mucho. Actualmente mi nene estuvo mitad del ano en pre kinder y pretenden moverlo para kinder, aun teniendo 4 anos, cuando yo observo que el no esta preparado. Lo consulto con la maestra y me dice que si en efecto el esta mas atrás que los demás y no sabe tener un lapso de atención tan prologado cm los otros que ya tienen su 5 anos de edad. Yo estoy convencida que no es tiempo de entrar a kinder y la admin de la escuela ps le da pena porque no estaria con los ninos que compartio desde enero. Y a mi como madre siempre estoy con loa nervios de punta y no respondo cm me gustaria hacia mis dos nenes. Y me siento bn culpable de lo que ellos están aprendiendo de mi comportamiento. Las veces que ntebto no explotar noto cm el le baja en ves de sobre actuar o dearegularse mas aun.